jueves, 26 de marzo de 2015

Entre henequeneros



Hasta el más mínimo detalle de los secretos del henequén conocen las mujeres y hombres que integran la brigada especializada en esta planta, la mayoría con varios años de experiencia en la labor.
Antes del triunfo de la Revolución ya existía la henequenera en Mariel. Varias décadas transcurrieron hasta que en 2009 la industria paró por un accidente, ocasionado al desprenderse una de las voladoras de la máquina, y destruirse prácticamente en su totalidad.
“A partir de ese momento continuó el mantenimiento a las plantaciones, la siembra de viveros y la directa en el campo, así como el corte de mazos; estos últimos, los enviaban a la desfibradora de Matanzas para procesarlos.
“Luego traían nuevamente la producción final para comercializarla, y los costos de transporte la encarecían”, comenta Jesús Columbié, especialista principal de la brigada, adscripta a la UEB Forestal Integral Artemisa.
La mayoría de los trabajadores vive en el poblado conocido como Henequén, en alusión a su principal fuente de empleo. De manera que un nuevo acontecimiento, en julio de 2014, fue bien acogido: el comienzo de la reanimación de la industria, con el consecuente beneficio de varios locales.
Fue rescatada la prensa, gracias al accionar de la Empresa Forestal Integral Costa Sur (a la cual pertenecen) y al apoyo de los propios obreros. Dos meses más tarde recibieron una máquina desfibradora de henequén, procedente de Brasil y con capacidad para producir de 1,8 a 2 toneladas de fibra seca en ocho horas.
“Se montó esta máquina y otra en Cienfuegos, ambas con tecnología nueva, única en el mundo, pues solo Brasil fabrica equipos para el desfibrado de henequén”, sostiene José Antonio Quintana, especialista en esta agroindustria, del Ministerio de la Agricultura.
A mediados de noviembre fue la puesta en marcha, con la presencia de especialistas del país suramericano. Y, a modo de prueba, el año pasado obtuvieron cinco toneladas de fibras.
“Mariel fue un polo productor con excelentes resultados; el henequén de esta zona tiene buen rendimiento y calidad. En la década del 70 lograron 4 000 toneladas. Al parar la industria, con el paso del tiempo, muchas plantaciones se deterioraron”, agrega Quintana.
Tradición arraigada
Desde los 24 años Ana Rosa trabaja en este sitio, y próximamente cumplirá un cuarto de siglo vinculada a tales labores. “He hecho de todo; seguí una tradición, pues gran parte de mi familia pasó por aquí”.
Como ella, Esperanza, Juan, Fe María y otros han estado apegados durante mucho tiempo a la henequenera, y de 7:00 de la mañana a 4:00 de la tarde unen sus esfuerzos en pos de un objetivo común.
Jóvenes como Alejandro y Yorislandy también se suman a la tarea, y hay hasta quienes retornan: Marta Teresa, la jefa de la brigada industrial, trabajó durante unos cinco años antes de cesar las operaciones, y volvió en julio de 2014.
“El proceso de desfibrado es de vital importancia, para la obtención y venta de los productos derivados de este, con la mejor calidad”.
Este año los 68 integrantes de la brigada tienen la misión de cumplir un plan de siembra de 134 hectáreas, y aspiran obtener 130 toneladas de fibras. Entre las producciones principales, a partir de estas, se encuentran sogas, cordeles, tendederas, plumeros y brochas.
Actualmente recuperan el jugo del henequén para comercializarlo (ya tienen 480 litros), y contrataron los desechos para venderlos como alimento animal. Poseen clientes, además, en La Habana, Pinar del Río y Mayabeque.
Tras cinco años dedicados solo a la siembra y el corte, los henequeneros han vuelto a sus menesteres diarios con nuevos bríos.

lunes, 14 de abril de 2014

La segunda opción mostró el camino




   

Un intento fallido por acercarse al Periodismo hizo que viera en el Derecho una segunda opción para emprender estudios en la enseñanza superior, y dedicarse más tarde al ejercicio de la profesión.
No muy convencida en un principio, ingresó en la entonces Universidad Agraria de La Habana Fructuoso Rodríguez, ubicada en San José de las Lajas. “Temí no fuera del todo exitosa, por el hecho de no estar en la tradicional Casa de Altos Estudios, lo distante y el acceso un tanto difícil a la bibliografía complementaria, al ser una carrera que apenas iniciaba su segundo año en el centro”, comenta Lázara Aniurka Moreno Valdés.
“Sin embargo, me encontré con un colectivo de profesores que cambió mi óptica sobre el Derecho y permitieron que me enamorara de este”, agrega, a más de cinco años de aquellos inolvidables momentos.
Al finalizar el primer curso tenía el promedio para cambiar de carrera, pero decidió no hacerlo. Posteriormente, asumiría el rol de alumna ayudante de diferentes asignaturas, e incluso  impartió clases a jóvenes de su propio año. Tanto esfuerzo no fue en vano: concluyó con título de oro, y la seleccionaron la alumna más integral de la Universidad en su graduación.
Desde septiembre de 2011, Lazarita labora en la Unidad Notarial de Mariel. A inicios de marzo del año en curso, comenzó  a desempeñarse como notaria, lo cual requirió previamente de un examen de habilitación.
 “Ya tenía dominio del trabajo, pues me preparé desde el principio, auxiliada por Mayda Castaño, la otra colega del municipio, lo que me permitió enfrentarlo sola.
“Los deseos de trabajar y el amor a mi profesión se imponen y hacen posible el desarrollo de esta tarea que ha alcanzado un papel protagónico, sobre todo en los últimos tiempos, con la implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.”
El campo es amplísimo, y efectuamos disímiles actividades. “Los actos traslativos de propiedad en materia de vivienda y vehículos son los más usuales actualmente. Además, autorizamos testamento, matrimonio, divorcio  y diferentes tipos de actas.
“También realizamos escrituras de autorización para que los menores de edad puedan obtener o actualizar pasaporte y viajar, así como escrituras de constitución de cooperativas de producción no agropecuaria (aunque hasta la fecha en esta notaría los usuarios no han solicitado el servicio), entre otras acciones que nos competen.”
Agradece el apoyo a su mamá y su tutor, el doctor Juan Emigdio García, “que como le dijera en una ocasión fue quien me enseñó a andar en los caminos del Derecho”.
Hacer realidad sus propósitos la inspira. “Pretendo superarme, adquirir los conocimientos de los grandes de esta rama del Derecho Civil y llegar a alcanzar la competencia nacional que implica no tener frontera alguna para ejercer la actividad notarial en mi país.” Son premisas que, de seguro, guiarán continuamente su desarrollo profesional.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Cazadores a la Serie, por mejores resultados

De cara a la edición 53 de la Serie Nacional de Béisbol, luego de participar en 39 topes en la etapa preparatoria, con un balance de 19 victorias, 16 derrotas y cuatro empates, los Cazadores de Artemisa arriban a la cita de la pelota cubana con el ímpetu de superar los resultados de las dos campañas precedentes.



Sobre la preparación del equipo para la contienda que se avecina, nos comentó el manager debutante Dany Valdespino, quien cuenta en su haber con seis títulos provinciales con la selección de Caimito, y fue preparador físico en el extinto equipo de La Habana.
“Tras una serie provincial,  donde la lluvia tuvo su protagonismo y no se pudieron desarrollar todos los juegos programados, se llamó a una preselección ampliada de 67 atletas y se realizaron  eliminatorias durante dos semanas, hasta dejar a 49,  quienes iniciaron la preparación.
“Esta ha estado encaminada a trabajar en función del banco de problemas de la serie anterior, dada la poca experiencia de algunos jugadores y la inserción de jóvenes en la preselección, para adaptarlos a la dinámica del nuevo colectivo de dirección.”


La Copa Yadier Pedroso in Memoriam, donde se logró anotaciones de 3 victorias y una derrota; la José Joaquín Pando, de Pinar del Río, con resultados a la inversa; y la Antillana de Acero, en la que el equipo ocupó la segunda posición, con seis ganados y dos perdidos, pusieron a calentar motores a los Cazadores.
“El equipo cuenta con 8 novatos, además de otros atletas que aunque ya han participado en series nacionales su experiencia es escasa...En el área de pitcheo está su fortaleza, donde destacan Jonder Martínez, Miguel Lahera, Yulieski González y José Ángel García, acompañados de otras figuras jóvenes, en las cuales centra su confianza la dirección del equipo”, precisa.
Para Jonder Martínez “jugar de refuerzo con Villa Clara le ayudó a ganar en experiencia” y con optimismo comenta que “los artemiseños aspiramos tener un buen aporte a la serie nacional y estar entre los ocho. Lo más importante durante la preparación ha sido la unidad del equipo. Si cada cual aporta su granito de arena en cada juego los resultados deben ser alentadores.”
“La fortaleza del pitcheo tiene que ser apoyado por una mejor defensiva, en lo cual se ha trabajado durante la etapa. Para nadie es un secreto que la ofensiva del equipo no ha sido la más sobresaliente de  los torneos anteriores, por eso se trabaja fuerte en la fabricación de las carreras, apelando a la velocidad en función de la ofensiva y con hombres claves en los cuales estará sentado el peso de la misma, como son Michel Rodríguez, capitán del equipo, Dayán García, Roberto Zulueta, Víctor Muñoz,  Osmel Fraga, Juan Carlos Torres y Rafael Orta, quien a pese a estar dos años fuera de las series nacionales ha tenido  muy buena rendimientos tras su reincorporación”, agrega Valdespino.
“Hay que resaltar la actuación de cuatro novatos en la etapa preparatoria, los lanzadores  Deivis Martínez y el juvenil Raimel Pérez, así como los jugadores Dayron Pérez y el también juvenil Diosbel Arias.
“El  objetivo fundamental es mejorar los resultados de las campañas precedentes, dar un bues espectáculo a la población y mantener la disciplina,  aunque el equipo dará batalla en cada juego en busca de la clasificación.”
Los Cazadores debutan en el 26 de julio contra  Las Tunas, después visitarán el  Victoria de Girón, en Matanzas, para enfrentarse al equipo local, antes de rivalizar en su Cuartel General con Cienfuegos y Guantánamo.