lunes, 2 de septiembre de 2013

La luna también tiene máscaras




En una constante búsqueda de la esencia del ser humano, entre matices,  añoranzas, sueños y palabras  que anhelan cobrar vida moldeadas de amor, alegría y tristeza, desanda el mundo de las tablas, el grupo profesional de teatro Máscaras de Luna, a diez años de su fundación.
“El teatro para nosotros es la vida. Puede tener luces, escenas, pero  si no vas al ser que va a vivir en ti, no puedes representarlo. Es descarnar lo real de lo humano, las situaciones límites, desesperos, tragedias, como también la felicidad,  la plenitud y el disfrute”, así definió  Clara Teresa García, directora del grupo, el quehacer que ha cautivado a quienes hacen realidad este proyecto y continúan dando lo mejor de sí,  al proponerse nuevos retos.
Máscaras de Luna surge de los bríos derivados de dos proyectos anteriores concebidos por Clara,  “CHYMEL, constituido por un grupo de jóvenes que queríamos rescatar la vida teatral que tuvo Artemisa con el grupo de teatro Guiñol,  y La Luna, creado con el objetivo de formar la cantera que integraría más tarde al primero.”
En el amplio y variado repertorio que han cosechado en la última década sobresalen Para estar vivos y  La Casa, así como Un, dos, tresLas mariposas saltan al vacío y  Re-sig-na-ción, estas últimas dedicadas  a las personas que viven con VIH/SIDA.
El grupo de teatro dramático recrea además puestas en escenas para los más pequeños, pues no consideran dejarlos fuera del público para el cual actúan.
Hasta centros escolares, círculos infantiles, instituciones de salud, zonas rurales,  entre otros espacios alternativos, han hecho extensivo su arte,  y el amor a lo que hacen les ha permitido sortear las adversidades presentadas en el camino, a pesar de no contar aún con una sede, por lo que trabajan actualmente en la concepción de un espacio fijo, valiéndose de sus propios medios.
Como parte del cierre del verano presentaron el pasado sábado la obra infantil En el jardín de la rana Leonor que aborda “de una forma divertida y reflexiva un tema polémico, como es la aceptación de los nuevos géneros musicales.” Durante el transcurso del período vacacional  han recorrido varios municipios con esta puesta en escena.
Próximamente los pequeños disfrutarán de la obra Cucusita busca pretendiente,  en el Bertolt Brecht, y en diciembre estrenarán  la pieza En el convento,  las hijas de Caridad. Propuestas al intercambio desde el teatro que, según sus protagonistas, “hacen de cada presentación, un momento mágico.”


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